El buque insignia de la flota rusa en el Mar Negro, un crucero con misiles guiados que se convirtió en un importante blanco de la defensa ucraniana en los primeros días de la guerra, se hundió el jueves después de sufrir severos daños, en lo que representa el más reciente revés para Moscú en su invasión a Ucrania.
Las autoridades ucranianas aseguraron que sus tropas impactaron la embarcación con misiles, mientras que Rusia admitió que se registró un incendio a bordo del Moskva, pero no reconoció que fuera a causa de un ataque. Funcionarios de Estados Unidos y otras naciones no pudieron confirmar las causas del incendio.
La pérdida del buque, nombrado en honor de la capital rusa, es una devastadora derrota simbólica para Moscú en momentos en que sus tropas se reagrupan para una renovada ofensiva en el este de Ucrania después de replegarse de buena parte del norte del territorio, incluyendo la capital.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo que el buque se hundió en una tormenta mientras era remolcado a puerto. Rusia había señalado previamente que las llamas en la embarcación, que típicamente tendría a 500 marineros a bordo, obligaron a toda la tripulación a evacuar. Más tarde informó que las llamas ya habían sido contenidas, que el buque sería remolcado a puerto y que sus lanzadores de misiles permanecían intactos.
El barco podía llevar hasta 16 misiles crucero de largo alcance, y su retiro del combate reduce enormemente la capacidad ofensiva de Rusia en el Mar Negro. El hundimiento es un fuerte golpe al prestigio de Rusia en una guerra que ya es vista por algunos como un fracaso histórico. Ingresando a su octava semana, la invasión rusa ha quedado estancada debido a la resistencia de los combatientes ucranianos, reforzados con armas y demás ayuda de naciones occidentales.
Durante los primeros días de la guerra, el Moskva habría sido el buque que pidió la rendición de los soldados ucranianos estacionados en la Isla de las Serpientes, en el Mar Negro. En una grabación que se ha viralizado, los soldados responden: “Buque ruso, váyase al demonio”, usando palabrotas.
La AP no pudo verificar el incidente de manera independiente, pero Ucrania y sus simpatizantes lo consideran un momento representativo de resistencia. El país presentó recientemente una estampilla postal que conmemora el episodio.
Las noticias del daño al buque insignia ensombrecieron los anuncios de Rusia de avances en la ciudad portuaria de Mariúpol, en donde han estado enfrentándose con las fuerzas ucranianas desde los primeros días de la invasión, con un aterrador costo en vidas civiles.
El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, mayor general Igor Konashenkov, dijo el miércoles que 1.026 soldados ucranianos se rindieron en una siderúrgica de la ciudad. Pero Vadym Denysenko, asesor del Ministerio del Interior de Ucrania, rechazó la aseveración y declaró a Current Time TV que “la batalla por el puerto continúa”.
Se desconoce el número de elementos que siguen defendiendo Mariúpol.
La televisión estatal rusa transmitió imágenes, supuestamente desde Mariúpol, en donde se ve a decenas de hombres con uniformes camuflados caminando con las manos en alto o llevando a compañeros en camillas. Un hombre sostenía una bandera blanca.
La captura de Mariúpol es fundamental para Rusia debido a que les permitiría a sus tropas en el sur, que ingresaron mediante la Península de Crimea que se anexaron en 2014, conectarse con soldados en la región oriental de Donbás, el corazón industrial de Ucrania y el objetivo de la próxima ofensiva.
El ejército ruso sigue trasladando helicópteros y demás equipamiento con ese fin, según un alto funcionario de Defensa estadounidense, y es posible que sume más unidades de combate terrestre “en los próximos días”. Pero aún se desconoce cuándo es que Rusia podría lanzar una ofensiva a mayor escala en Donbás.
Separatistas prorrusos se han enfrentado a las fuerzas ucranianas en el Donbás desde 2014, el mismo año en que Rusia se anexó Crimea. Moscú ya ha reconocido la independencia de las regiones rebeldes en Donbás.
La pérdida del Moskva podría demorar cualquier nueva ofensiva a gran escala.
Maksym Marchenko, gobernador de la región de Odesa, del otro lado del Mar Negro y al noroeste de Sevastópol, dijo que los ucranianos impactaron el buque con dos misiles Neptune y causaron “severos daños”.
Oleksiy Arestovych, asesor del presidente ucraniano, dijo que posteriormente el barco se hundió, describiéndolo como un evento de “importancia colosal”.
El Ministerio de Defensa de Rusia señaló que las municiones a bordo de la embarcación explotaron debido al incendio, del que no dio una causa. Aseguró que las “principales armas de misiles” no sufrieron daños. Además de los misiles crucero, el buque cuenta con sistemas antiaéreos y otras armas.
El Neptune es un misil antibuques que Ucrania desarrolló recientemente y se basa en un diseño soviético. Los lanzadores se ubican en camiones estacionados cerca de la costa y, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, los misiles pueden impactar objetivos ubicados hasta a 280 kilómetros (175 millas) de distancia. Eso colocaría al Moskva dentro del rango, basándose en dónde inició el incendio.
Estados Unidos no pudo confirmar las afirmaciones ucranianas de impactos al buque, informó el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan. Sin embargo, dijo que fue “un duro golpe para Rusia”.
“Tienen que elegir una de dos historias: Una es simple incompetencia, y la otra es que fueron atacados, de ninguna de las dos salen precisamente bien librados”, dijo Sullivan al Economic Club of Washington.
Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero y posiblemente ha sufrido miles de bajas. El conflicto también ha cobrado la vida de innumerables civiles ucranianos y ha desplazado a millones.
Además, provocó un notable aumento en los precios en las tiendas de alimentos y gasolineras debido a que Ucrania y Rusia son dos importantes productores de granos y energéticos, lastrando a la economía global. La directora del Fondo Monetario Internacional dijo el jueves que el conflicto ha contribuido a que la organización se vea obligada a reducir el panorama económico de 143 naciones.
También el jueves, las autoridades rusas acusaron a Ucrania de enviar dos helicópteros militares que cruzaron la frontera a baja altura y dispararon contra edificios residenciales en la localidad de Klimovo, en la región de Briansk, a unos 11 kilómetros (7 millas) de la frontera. La Comisión Investigadora de Rusia indicó que siete personas resultaron heridas, incluyendo un bebé.
El servicio de seguridad estatal de Rusia había informado previamente que las fuerzas ucranianas dispararon con morteros contra un puesto fronterizo en Briansk mientras algunos refugiados cruzaban la frontera, obligándolos a escapar.
Los reportes no pudieron ser verificados de manera independiente. Días atrás, funcionarios de seguridad ucranianos negaron que Kiev fuera responsable de un ataque aéreo en contra de un depósito petrolero en la ciudad rusa de Bélgorod, ubicada a unos 55 kilómetros (35 millas) de la frontera.
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