Trump señaló que el contacto tuvo lugar en días
recientes y que fue parte de los esfuerzos de Washington por presionar una
salida política a la crisis venezolana. No se ofrecieron detalles
adicionales sobre el contenido de la llamada, aunque funcionarios
estadounidenses habían adelantado que el mensaje central fue advertir al
mandatario venezolano que el tiempo para negociar una transición es limitado.
La
confirmación presidencial llega luego de que el Miami Herald y
otras fuentes en Washington revelaran que la administración estadounidense
había transmitido a Maduro un ultimátum y
una oferta de garantías, incluyendo la posibilidad de asilo en un
tercer país y protección legal para él y su círculo inmediato,
si aceptaba facilitar un proceso de transición ordenada.
La Casa
Blanca no ha divulgado la fecha exacta de la comunicación ni los
canales diplomáticos empleados, pero el reconocimiento público de Trump valida
informes previos sobre un contacto directo entre ambos
líderes, en un contexto marcado por el incremento de la presencia militar
estadounidense en el Caribe y la intensificación de las presiones
internacionales sobre Caracas.
El ultimátum coincide
con órdenes recientes de Trump para considerar cerrado el
espacio aéreo venezolano y reforzar operaciones aéreas y navales en la región,
medidas enmarcadas por la administración estadounidense en su campaña contra
redes de narcotráfico.
Garantías
personales
El Miami
Herald reportó que el ultimátum fue acompañado de
una oferta de salida para Maduro y su esposa,
Cilia Flores. Según el diario, Washington planteó:
- Asilo en un
tercer país
- Protección
legal frente a cargos federales
- Salvoconducto
- Posibilidad
de traslado para familiares directos
- Acompañamiento
diplomático internacional.
De
acuerdo con las fuentes citadas, estas garantías fueron
presentadas como una opción disponible por un tiempo limitado.
María
Elvira Salazar
La
congresista republicana María Elvira Salazar ya
había confirmado en Fox Business que la conversación entre Trump y Maduro tuvo
lugar. Señaló que Maduro habría sido informado de la
existencia de una vía de salida y mencionó que la presencia de asesores
cubanos en organismos de inteligencia y contrainteligencia venezolanos
es un elemento que, según sus declaraciones, influye en el margen de maniobra
del mandatario venezolano.
Presión
estadounidense
El refuerzo
militar en el Caribe forma parte de una serie de acciones recientes
adoptadas por Washington, entre ellas: operaciones navales ampliadas,
vigilancia aérea intensificada, restricciones sobre vuelos en el espacio aéreo
venezolano.
Estados
Unidos sostiene que
estas medidas se relacionan con operaciones contra el narcotráfico. El gobierno
venezolano rechaza esa explicación y las califica como una amenaza
directa a su soberanía.
Las autoridades
venezolanas han acusado a Estados Unidos de intentar
forzar un cambio de gobierno. Voceros oficiales señalaron que cualquier ultimátum constituye
"una agresión", aunque no se han referido directamente a
la oferta de garantías personales mencionada por el Miami
Herald.
Preocupación
en Cuba
En
paralelo, medios internacionales han reportado preocupación en Cuba ante
el aumento de la presión estadounidense sobre Venezuela.
Funcionarios cubanos, incluidos el canciller Bruno Rodríguez, han calificado
las operaciones militares estadounidenses en el Caribe como
una "violación del derecho internacional".
Cuba
mantiene desde hace dos décadas una relación estrecha con Venezuela que
incluye cooperación económica, energética y sanitaria. Según datos
oficiales y de organismos internacionales, la isla recibe de Venezuela parte
del petróleo que consume y mantiene contingentes de personal médico y
técnico en territorio venezolano. Un cambio de gobierno en Caracas podría
afectar estos acuerdos.
Diversos
analistas consultados por agencias internacionales han señalado que las
autoridades cubanas han incrementado sus pronunciamientos públicos sobre
la situación venezolana en las últimas semanas y han expresado preocupación por
las consecuencias económicas que podría tener para la isla una
alteración abrupta en su relación con Caracas.
