En un comunicado, el gobernador, Henry McMaster, dijo que la ley comenzará "a salvar la vida de los niños no nacidos de inmediato" y señaló que está preparado para defenderse ante posibles demandas judiciales.
"El derecho a la vida debe ser preservado y haremos todo lo que podamos para protegerlo", escribió el político republicano.
La Casa Blanca rechazó la nueva ley, que calificó de "extrema y peligrosa" y aseguró que restringirá aún más el acceso al aborto para las mujeres del sur del país, para quienes "Carolina del Sur era su opción más cercana", después de que los estados de Carolina del Norte y Florida prohibieran la interrupción del embarazo.
No es la primera vez que Carolina del Sur trata de restringir el acceso al aborto: en enero, el Tribunal Supremo del estado tumbó una ley similar a la ratificada este jueves, argumentando que iba en contra del derecho a la privacidad protegido por la Constitución estatal.
Sin embargo, la jueza que lideró esa decisión se retiró poco después, y fue reemplazada por un hombre que tiene el apoyo del ala más radical del Partido Republicano, recoge el medio The Hill.
Hasta ahora, el aborto era legal en el estado hasta la semana 22 de embarazo, pero su acceso estaba limitado por la falta de clínicas abortivas.
La medida es la última en una serie de restricciones al aborto aprobadas en estados gobernados por republicanos, después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos eliminara el pasado verano la protección constitucional a la interrupción médica del embarazo.
Carolina del Norte aprobó recientemente una prohibición del aborto más moderada, a partir de las 12 semanas de gestación, que sus promotores ven como un modelo a seguir en vista de los pobres resultados de los republicanos en las elecciones de medio mandato de noviembre, en las que el aborto fue uno de los principales temas de campaña.
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