Con las sugerencias, el gremio busca que el promedio de tasa de reemplazo, que actualmente se estima en 30 %, suba al 60 % con medidas que -asegura- no implican aumento de tasa de aporte.
De las propuestas se presentan a continuación las más destacables. Algunas requieren modificar la ley, otras de una resolución.
Garantizar pensiones mínimas solidarias para evitar el riesgo de indigencia en la vejez y a entregar previa evaluación socioeconómica. Sería equivalente al 60 % del salario mínimo del sector público y se financiaría con impuestos.
Instaurar una pensión por discapacidad vitalicia. La prima de discapacidad sería del 1.7 % (lo que representaría un aumento de 0.75 %) y sería financiada por empleadores y afiliados.
Que afiliados que emigren puedan retirar sus fondos y llevárselos a su nuevo país de residencia. Igualmente, que quienes retornen al país y repatrien capital puedan incorporarlo a una AFP.
Que los trabajadores por cuenta propia y profesionales liberales que no tengan un empleador coticen por su cuenta en su AFP y sean protegidos dentro del Régimen Contributivo. Que realicen un aporte obligatorio con base en salarios presuntivos, a partir del salario mínimo. Sería financiado por los afiliados y se podría estudiar un período transitorio de adaptación.
Una cotización gradual para que salgan de la informalidad los trabajadores que están en la informalidad. Se propone un aporte inicial del 5 % para la Cuenta de Capitalización Individual (y una cotización de 7.32 %), aumentando 1 % por año hasta alcanzar la cotización plena.
Tendría incentivos fiscales y compartimentos diferenciados en la Cuenta de Capitalización Individual. El patrimonio generado tendría opciones de retiro anticipado para casos como financiamiento de vivienda y educación.
Ajustar de forma progresiva y automática la edad de retiro para los más jóvenes conforme a la expectativa de vida en el país. Retrasar la edad de jubilación de los 60 años actuales a los 65 años genera una mejora de entre 12 % y 14 % en la tasa de reemplazo.
No requerir estar desempleado para recibir el beneficio de ingreso tardío. Si un afiliado ingresó con 45 años o más al sistema, tendría la opción de retirar su fondo acumulado al cumplir 60 años, aunque siga empleado.
Se cotizará por los mismos salarios reportados a Impuestos Internos y supondría un aumento estimado de 15 % en la base de cotización y por la décimo tercera paga.
Que cada afiliado previamente indique en su AFP quién o quiénes serían los herederos de su fondo de pensiones en el caso de que fallezca y no haya beneficiarios de sobrevivencia.
Que se pueda retirar el saldo total de la Cuenta de Capitalización Individual en caso de enfermedades graves y discapacidad total, aunque el afiliado tenga derecho a una pensión. El afiliado podrá elegir la opción que prefiera.
Que se pueda cotizar a través de la red bancaria, lo que puede facilitar la cotización de trabajadores independientes.
Si no se acumula un fondo suficiente para una pensión adecuada, se propone que el afiliado tenga la opción de recibir su fondo en un solo pago.
Que las pensiones por discapacidad y las de sobrevivencia por viudez sean vitalicias.
Garantizar seguro de salud para pensionados.
Que al final de su vida laboral, el afiliado tenga la opción de sumar el saldo que reste en este fondo para mejorar su pensión o retirarlo en un solo pago.
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