El
anuncio el jueves de las nuevas normas de los departamentos del Tesoro y
Comercio es el próximo paso en el ambicioso objetivo de Obama de
restablecer las relaciones diplomáticas con el gobierno del presidente
Raúl Castro, el hermano menor de Fidel. Hace tres días, Estados Unidos
confirmó que el gobierno cubano cumplió su promesa de liberar a 53
presos políticos.
Solo el Congreso puede poner fin a cinco décadas
de embargo, pero las medidas permiten a las compañías estadounidenses
exportar tecnología de telefonía, informática e internet. Se permiten
inversiones en pequeñas empresas. El turismo sigue prohibido, pero los
estadounidenses autorizados a viajar a Cuba ya no necesitarán permisos
especiales.
Obama prometió levantar parcialmente el embargo y
empezar a restaurar las relaciones diplomáticas al afirmar el mes pasado
que “estos 50 años han demostrado que el aislamiento no funcionó”.
El
acuerdo fue producto de 18 meses de conversaciones secretas que
culminaron con el intercambio de espías encarcelados y la liberación de
Alan Gross, un contratista del gobierno estadounidense que estuvo preso
en Cuba durante cinco años.
Las pocas compañías estadounidenses
que facilitan los viajes a Cuba dicen que las preguntas se han disparado
desde diciembre. Las visitas de estadounidenses a la isla pudieran
triplicarse este año, de unas 90.000 anualmente en este momento.
“Estamos contratando más personal, hemos reservado más habitaciones de
hotel y activos en cubas para ofrecer viajes adicionales”, dijo Tom
Popper, presidente de insightCuba, con sede en Nueva York.
Al
anunciarse las nuevas normas, ahora el foco se centra en las empresas
estadounidenses y el gobierno cubano. Algunos cambios pudieran demorar
meses en implementarse porque las firmas norteamericanas necesitan
tiempo para analizar los riesgos y beneficios de entrar a un mercado
nuevo y complicado. Y el gobierno cubano no ha dicho nada en público
sobre cómo piensa regular las nuevas actividades comerciales con Estados
Unidos.
En estos momentos las empresas extranjeras negocian casi
exclusivamente con empresas estatales cubanas, que son notoriamente
lentas, ineficientes y no tienen dinero suficiente.
Es más
probable que Cuba se abra más a un aumento en la cantidad de viajeros
desde Estados Unidos que a otros efectos potenciales de las nuevas
normas. Sin embargo, incluso así, los hoteles cubanos en general no
cumplen estándares internacionales.
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OTROS CAMBIOS EN LAS RELACIONES
Se eliminan los límites sobre el dinero que los estadounidenses pueden gastar diariamente en Cuba y en qué lo gastan. Se pueden usar tarjetas de crédito y débito. Los agentes de viajes y aerolíneas pueden volar a Cuba sin licencia especial. Las compañías de seguros pueden vender seguros de salud, vida y viajes a individuos que residen en Cuba o viajan allá.
OTROS CAMBIOS EN LAS RELACIONES
Se eliminan los límites sobre el dinero que los estadounidenses pueden gastar diariamente en Cuba y en qué lo gastan. Se pueden usar tarjetas de crédito y débito. Los agentes de viajes y aerolíneas pueden volar a Cuba sin licencia especial. Las compañías de seguros pueden vender seguros de salud, vida y viajes a individuos que residen en Cuba o viajan allá.
Las instituciones financieras podrán
abrir cuentas en bancos cubanos para facilitar las transacciones
autorizadas. Se podrá invertir en empresas pequeñas y operaciones
agrícolas. Las compañías pueden enviar materiales de construcción y
máquinas a compañías privadas cubanas para renovar edificios privados. Fuente:listindiario.com