Al
problema se agrega la enorme cantidad de basura y otros desperdicios
sólidos, que los comerciantes dejan regados, y el mal olor causado por
los orines y materia fecal de personas que hacen sus necesidades en el
lugar.
La aparición de venduteros del vecino país ha sido masiva con motivo
de las navidades, lo que ha causado que los transeúntes se vean
obligados a caminar a orillas de las aceras, exponiéndose a ser
atropellados por los vehículos que circulan por la avenida Máximo Gómez.
El desorden se debe mayormente a que los comerciantes haitianos
colocan las mercancías en el suelo y ocupan el área destinada para los
peatones, en tanto que otros colocan grandes recipientes llenos de los
productos que ofertan.
También colocan triciclos llenos de frutas y vegetales a orillas de
las aceras, complicando aún más la situación, sin que ninguna autoridad
intervenga a fin de imponer el orden.
Algunos transeúntes protestan por los inconvenientes que provoca esa
situación, pero los venduteros haitianos reaccionan violentamente y en
muchos casos amenazan con armas blancas a quienes expresan su desagrado
por el desorden existente.
En varias ocasiones empleados de Plaza Lama han intervenido para que
los venduteros haitianos no derriben la verja perimetral de hierro, en
la cual se recuestan y colocan las mercancías que ofrecen al público.
Pese a tales esfuerzos los comerciantes haitianos retornan al lugar y
se colocan nuevamente sobre las aceras y una parte de la calle.
Muchos comerciantes haitianos venden frutas y vegetales como
berenjenas, zanahorias, papa, plátanos, yuca, aguacates, maíz asado,
guineos, naranjas dulces, verduras, lechugas y repollos, mientras otros
venden salchichas horneadas, lentes para el sol, estuches para teléfonos
celulares, alcanfor, fósforos y velas.
Otros haitianos venden chancletas de goma, ropa interior de hombre y
de mujer, medias, perfumes, cosméticos, pañales desechables, manzanas y
dulces y galletas, y papitas fritas.
La situación se agrava debido a que las aceras de la avenida Nicolás
de Ovando permanecen ocupadas totalmente desde hace varios años, por
comerciantes dominicanos que han instalado tiendas, pequeños colmados,
bancas de apuestas y otros negocios, obligando a las personas a caminar
por la calle.
Moradores de Villas Agrícolas han solicitado en varias ocasiones la
intervención del cabildo del Distrito Nacional, y de la Au.-toridad
Metropolitana del Transporte (Amet), sin ningún resultado positivo.
Pese a los reclamos de los residentes en esos sectores, el cabildo
del Distrito Nacional ni las autoridades de tránsito intervienen
mientras el caos y la arrabalización continúan a causa del desorden en
el sistema de comercialización informal.
UN APUNTE
Sin higiene
Las ventas de comestibles y mercancías en el sector de Villas
Agrícolas, se lleva a cabo en condiciones sanitarias muy precarias,
debido a que muchos venduteros orinan y defecan en el lugar.
A todo eso se suma la gran cantidad de basura que el comercio genera en esa zona.- Fuente:elnacional.com.do
A todo eso se suma la gran cantidad de basura que el comercio genera en esa zona.- Fuente:elnacional.com.do