Son ellos Luis Abinader, Guido Gómez Mazara, Roberto Fulcar, Neney
Cabrera, Eligio Jáquez, Antonio Almonte, Eduardo Sanz, Ángel De La Cruz,
Josefa Castillo, Alexis Jiménez, Juan Mateo, José Santana (Bertico),
Siquió NG De La Rosa, Leo Adames, Pedro Tineo, Jesús Vásquez Martínez y
Tony Peña Guaba.
“Nosotros, que constituimos nuevos liderazgos en el PRD, junto a
miles de dirigentes y militantes perredeistas en todas las provincias,
municipios y seccionales, dejamos constancia pública de nuestro
compromiso irrenunciable con el PRD, su historia, sus mártires ysu lucha
por la construcción de una nación de derechos, sin excluidos ni
marginados”, expresa una declaración conjunta suscrita por los
dirigentes la cual fue leída en rueda de prensa en esta Capital.
Expresan que “la histórica bandera blanca, la impronta y la memoria
del líderJosé Francisco Peña Gómez, deberán estar siempre por encima de
los intereses de cualesquiera de sus dirigentes y grupos de dirigentes" y
además "deben volar más alto que toda diferencia interna, y deben pesar
más que el dolor y el rencor”.
En el documento, que fue leído por Fulcar, quien es vicepresidente y
director de políticas educativas del PRD, se expresa que “los
acontecimientos de los últimos dos años han demostrado que resulta
imposible recomponer la unidad efectiva en nuestro partido por
iniciativa y voluntad de las principales fuerzas y liderazgos en
conflicto, por lo que la salida a la crisis tiene que ser mediada por
sectores no beligerantes que propicien el diálogo productivo, la
concertación responsable y la negociación racional".
"Consecuentemente, desde el interior del PRD nos colocamos a la
disposición de dichos sectores para todo aquello que pueda coadyuvar al
éxito de sus iniciativas unificadoras”, observan.
Dicen que “esa es nuestra postura, clara y firme, de sincera vocación unitaria, convencidos de que la unidad, sin importar los sacrificios que debamos asumir para lograrla,
debe constituir hoy la principal divisa de nuestra responsabilidad y
nuestra ética como dirigentes del PRD, actuando en favor de todo cuando
nos acerca y al margen de todo cuanto nos aleja”.
Los dirigentes partidarios de la conciliación interna abogaron en lo
inmediato “por acuerdos para una Convención pactada, la apertura y
liberalización del partido y el retorno del PRD al ejercicio de una
oposición firme y constructiva, puntos que podrían ser luminosos en la
reforestación, a corto plazo, de la esperanza de la gran familia
perredeísta”.
“Nuestro líder, el doctor Peña Gómez, nos enseñó que el gran soberano
en el PRD son sus grandes masas de militantes y dirigentes, y ellas
están proclamando su anhelo de unidad y participación; derechos
elementales que hoy no pueden ejercer en su propio partido. Nosotros
difundiremos en el seno del pueblo perredeísta, en todo el país, estos
propósitos de unidad, convención y participación”, apunta la
declaración.
Y agrega que el “El Partido Revolucionario Dominicano es más que sus
conflictos y más que los intereses de sus liderazgos más visibles,
porque su larga y rica historia, así como suscompromisos ideológicos y
políticos trascienden las agendas, los discursos y las acciones de los
núcleos actualmente hegemónicos.
“A casi dos años de celebrada la Convención Nacional que escogió la
candidatura presidencial del PRD, y a más de nueve meses de las
elecciones presidenciales, la organización política individualmente más
votada en las elecciones de mayo 2012 se encuentra anclada en una
profunda crisis que no sólo le impide desempeñar su papel de liderar la
oposición y representar dignamente los intereses de las mayorías, sino
que también deteriora progresivamente su imagen y amenaza con reducir su
influencia política”, subrayan los altos dirigentes al fijar posición
sobre la crisis del partido opositor.