
La situación de agua en este municipio parece interminable, en temporada de lluvia lo que sale de las llaves es un puro lodo, y los munícipes deben estar comprando botellones para el consumo.-
El servicio es tan precario aquí, que los moradores se ven compelidos a tener que racionalizar su uso, pero la reserva se agota hasta el punto que hay que comprar botellones para bañarse.
Los menos afectados son los que tienen vehículos para salir a buscarla o cisternas en sus casas. En esos hogares sí logran esperar los 10 o 15 días que tarda el agua para llegar, pero los demás pegan el “grito al cielo”.