• Su padre, Guido Vanham, es un virólog que estudia la rápida propagación de los virus desde Bélgica.
  • Guido Vanham envió una carta a sus hijos adultos explicando por qué una vacuna para el coronavirus probablemente no estará ampliamente disponible hasta el 2021, y detalla exactamente por qué tardará tanto.
  • El texto de esa carta se reproduce a continuación con permiso del autor.
Esta semana, celebré con mi padre y mis hermanos una Semana Santa como ninguna otra. Hicimos una fiesta online con toda la familia, que fue una cosa caótica pero divertida, y los hijos de mi hermana recogieron huevos de Pascua en el jardín de mis padres. Esperábamos que con la llegada del calor, pudiéramos vernos de nuevo en persona para el verano. Pero mi padre echó un jarro de agua fría sobre esa esperanza, aunque nos dio una buena explicación de por qué.

Esto es lo que mi padre nos ha compartido 

Queridos Nele, Johan y Peter,
Acabamos de tener un hermoso fin de semana de Pascua, con un gran clima y el deseo de salir y encontrarnos con la familia y los amigos. En nuestro caso, encontramos de nuevo una solución creativa para que los nietos vinieran: el domingo por la mañana, escondimos los huevos de Pascua en el jardín, y por la tarde, los niños vinieron a buscarlos, mientras nosotros los seguíamos desde una distancia segura. No es lo mismo que antes, pero tanto para los niños como para nosotros, fue una experiencia agradable.
Cedida por Peter Vanham
Creo que tendremos que ser creativos así durante unos meses más, y ciertamente durante el verano. Como sabéis, sólo tendremos una solución duradera cuando lleguemos a la inmunidad de rebaño, y la forma más segura de lograrlo es desarrollando una vacuna contra el coronavirus. Todos queremos que esta vacuna llegue más pronto que tarde, pero mi estimación es que una vacuna probablemente no estará ampliamente disponible hasta el 2021, y posiblemente más tarde. Mientras tanto, tenemos que esperar un fármaco eficaz para otoño. Para ayudaros a entender esto, he pensado en explicaros las diferentes fases y técnicas para llegar a una vacuna.
Intentaré que esto sea lo más sencillo posible, pero requiere que os sentéis y leais atentamente. A cambio, resumiré algunas ideas básicas de décadas de investigación y desarrollo de la virología en un texto comprensible. Si después de leer esta carta todavía queréis leer más sobre el caso específico de una vacuna contra el SARS-CoV2, os recomiendo este excelente artículo de Fatima Amanat y Florian Krammer: Vacunas contra el SARS-CoV-2: Informe de situación. Ahora, ¡comencemos!

Los candidatos a la vacuna

La principal distinción que hay que entender es entre el desarrollo inicial de las candidatas a vacunas y su ensayo preclínico (no humano), y las diversas fases subsiguientes de ensayo en humanos, seguidas de la producción, distribución y administración. Para todas las vacunas candidatas para el SARS-CoV-2, excepto tres, todavía estamos en la fase no humana, y muchas candidatas pueden estar "atascadas" durante semanas, meses o incluso años, posiblemente sin pasar por ninguna de ellas. Es solo cuando pasan la fase inicial que los candidatos realmente llegan al inicio de la "carrera por una vacuna".
Comparadlo, si queréis, con los castings de America's Got Talent, frente a las galas en directo. Para ampliar un poco la analogía, considera que "Vaccine's Got Talent" da la bienvenida a los candidatos usando diferentes métodos. Pero en lugar de cantar, bailar y hacer trucos de magia, los candidatos a la vacuna pueden venir de seis categorías diferentes: vacunas de virus atenuados o inactivados; vacunas de proteínas recombinantes; o vacunas de ADN,ARN o vectorizadas. Veámoslas un poco más en detalle.
Fuente: Amanat and Krammer, SARS-CoV-2 Vaccines: Status Report, Immunity (2020)
Las vacunas vivas atenuadas e inactivadas son fáciles de hacer. Son las "vacunas clásicas" que conocemos del sarampión y la gripe. Se aísla un poco de virus, se debilita o se "inactiva", y luego se inyecta en un ser humano en una porción lo suficientemente pequeña como para desencadenar una reacción de su cuerpo. La capacidad de producción de estas vacunas existe desde los años 50. Si una vacuna de este tipo funcionara, se podría comercializar con relativa rapidez.
También tenemos experiencia con vacunas de proteína recombinante: este método se utiliza, por ejemplo, para el virus del papiloma humano que causa el cáncer de cuello de útero, o para la vacuna de la hepatitis B. Esta última vacuna existe desde los años 80—fui vacunado contra la Hepatitis B en los años 80 en Bélgica—y eso las convierte en vacunas de "segunda generación". Este tipo de vacuna no utiliza el virus en sí, sino las proteínas del exterior. En el caso del coronavirus, estas vacunas usarían la proteína S del virus, para darte una imagen visual. Es esta proteían lo que el virus utiliza para adherirse a nuestras células. Si se inyecta una vacuna que nos hará producir anticuerpos para bloquear que la proteína se adhiera, entonces, el virus no podría ser capaz de entrar en nuestras células.
Fuente: Amanat and Krammer, SARS-CoV-2 Vaccines: Status Report, Immunity (2020)
Hay problema con ellas: no es seguro que los anticuerpos humanos, obtenidos contra esas proteínas, te protejan del virus. Con el VIH, por ejemplo, mi especialidad, hemos intentado una técnica similar durante más de 30 años, y todavía no hemos encontrado una que funcione. Pero para el nuevo coronavirus, hay buenas señales de que podría funcionar: para el SARS y el MERS, en particular, otros dos coronavirus, la técnica funcionó en algunos modelos animales (aunque las vacunas no se utilizaron ampliamente; el virus desapareció antes de que se produjera la vacuna para los seres humanos). Aún así, si esta técnica funciona, podría llevar un poco más de tiempo establecer la producción industrial y la distribución, pero es ciertamente posible ya que ya se utiliza para el papiloma y la hepatitis B.
Finalmente, si uno de los tres principios anteriores no funciona, también están las vacunas de ADN, ARN o vectorizadas. El principio de todas ellas es que tomas una parte de la codificación genética del virus, es decir, una que activaría tu sistema inmunológico para ser alertado, y la inyectas en el cuerpo humano, donde es absorbida por tus células y éstas producen la proteína S del virus, contra la cual tu sistema inmunológico producirá los anticuerpos. La técnica es nueva y complicada, y forma parte de la "tercera generación" de vacunas. Sólo muy recientemente [las pruebas se iniciaron en 2015 y se aprobó una vacuna aprobada a finales de 2019] las vacunas "basadas en vectores virales" se utilizaron por primera vez en humano: para controlar el brote de Ebola en el este de la República Democrática del Congo con un éxito aparente. Claramente, esta técnica podría funcionar, pero tenemos menos experiencia con ella, especialmente para producirla y usarla a escala. Por lo tanto, llevaría más tiempo, pero, según se informa, una empresa china CanSino Biologics está trasladando dicha vacuna ya a un ensayo preliminar en humanos.

Los primeros en la carrera 

Sobre todo, estas técnicas combinadas, hay actualmente más de 70 candidatos a la vacuna contra el SARS-CoV-2 en proceso de elaboración. Eso puede parecer mucho, pero ten en cuenta que la analogía con America's Got Talent se detiene aquí. En el concurso de talentos, terminarías con un ganador sin importar cuántos candidatos se hayan inscrito inicialmente. Sin embargo, para una nueva vacuna, puede que no llegue haber ningún ganador. Normalmente se necesitan hasta 100 candidatos a vacunas, para llegar a un ganador: una vacuna que funcione, que no sea tóxica, y que sea fácil de producir y distribuir. La "tasa de desgaste", como la llamamos, sería en tal caso del 99%.
Con todos los candidatos que tenemos actualmente, excepto unos pocos, normalmente tendríamos que hacer primero "pruebas preclínicas" antes de pasar a las fases de pruebas en humanos. En estas pruebas preclínicas, el candidato a la vacuna se da a los animales que son sensibles al virus. De esta manera, se puede probar no solo si los candidatos a la vacuna crean anticuerpos, sino también si protegen contra la infección de la enfermedad. Para muchos candidatos a la vacuna del SARS-CoV-2, este ensayo preclínico es el primer obstáculo real.
Una comisión ética, como los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, o la Coalición para la Innovación en la Preparación para las Epidemias en Suiza, tendría que decidir si los diversos candidatos a la vacuna tienen que hacer pruebas con animales para garantizar su seguridad. Si se considera que la técnica es segura, irá rápidamente. Si es más experimental, tendrá que hacer una prueba de toxicidad con conejos (que son los típicos "conejillos de indias") y otros dos animales, posiblemente hurones y hámsteres. Estas pruebas pueden llevar al menos 6 meses en un programa tradicional. El candidato a la vacuna que no pueda pasar este obstáculo, probablemente perderá la carrera. Será una primera criba entre los más de 70 candidatos, aunque la mayoría pasará esta prueba. 

Las fases del ensayo de la vacuna

Después de esta fase, comienza la verdadera carrera hacia una vacuna, con pruebas clínicas en humanos. Comienza con la fase I, con unas pocas docenas de pacientes, en la que se busca la mejor dosis de la vacuna en humanos, mientras se observan los mínimos efectos secundarios. Es una fase de seguridad. Esta fase I dura varias semanas, probablemente al menos dos meses, porque primero hay que inyectar la vacuna a un pequeño número de pacientes, y esperar una semana o más para obtener resultados. Luego haces lo mismo con otras pocas personas, y con una dosis más alta, y de nuevo esperas, y así sucesivamente, hasta que llegas a una dosis objetivo que usarás para los ensayos de la fase II y la fase III.
Luego viene la fase II, con cientos de pacientes, para probar que el candidato a la vacuna crea anticuerpos y crea una respuesta inmunológica. Esta fase utiliza personas sanas que no necesariamente se enfrentan al virus, y también llevará unos meses. Probablemente necesite dar múltiples dosis, particularmente para el ARN, el ADN, el vector y las vacunas recombinantes, porque se descomponen típicamente antes de crear una fuerte inmunidad. Necesitas un intervalo de 3 a 4 semanas entre cada "impulso", y ver cómo reacciona el cuerpo (eso puede llevar una o dos semanas). Así que para esta fase de nuevo necesitas al menos dos meses. 
Luego viene la fase III, donde se hace una prueba real de eficacia, y la inmunidad protectora: ¿puede la inmunidad de la vacuna proteger contra la infección de la enfermedad? Esta es la fase de "hacer o deshacer" que determinará si tenemos un "ganador" inicial. Pero la fase llevará aún más tiempo, ya que necesitarás incluir a muchas personas en tu ensayo para saber la efectividad: algunos recibirán la vacuna real, y otros el placebo, y necesitas hacerles un seguimiento a lo largo del tiempo para saber si hay una diferencia en la infección entre los dos grupos. Eso, por supuesto, es un problema: muchas sociedades tienen medidas estrictas de confinamiento (en gran parte de Europa, América y Oriente Medio). O ya tienen muy pocas infecciones (en China, Corea, Singapur y otras partes de Asia Oriental).
De cualquier manera, esta fase durará fácilmente seis meses, y nuevamente, posiblemente (mucho) más tiempo, y para los que van a la cabeza, probablemente comience en otoño de 2020. Cuando ocurra, se podrán ver dos candidatos lógicos ensayar las vacunas: las personas que viven en residencias para ancianos, donde hay muchas infecciones, y las personas que trabajan en el sector de la salud. El segundo grupo es el más lógico, porque están sanos y es probable que se expongan al virus. Pero habrá que garantizar que se eligen a aquellos profesionales sanitarios que no hayan contraído el virus antes.

La actual carrera por el coronavirus

Entonces, ¿dónde estamos ahora con las vacunas candidatas para el nuevo coronavirus? Hay 78 candidatos. Son todas variantes de los seis métodos que he descrito anteriormente, donde se puede copiar y pegar lo que existía para el candidato anterior, tomando el código de ADN del nuevo virus, y aplicar una de las técnicas que he mencionado. Casi todos los candidatos se basan en la proteína S, ya que esa proteína se fijaría a la célula, y si tienes un anticuerpo contra eso, no puede fijarse a la célula.
La mayoría de los candidatos están todavía en la fase de desarrollo y pruebas no humanas. Pero hay una vacuna de ARN actualmente en fase I con humanos, la vacuna de Moderna en Seattle. Otra vacuna de ADN centrada en la proteína está a punto de comenzar su fase I, la de Inovio en Pensilvania. Una advertencia es que estas vacunas por sí solas pueden no ser lo suficientemente fuertes para alcanzar la inmunidad en los seres humanos, y pueden necesitar ser combinadas con otra vacuna de proteína recombinante. CanSino Biologics de Hong Kong dice que está a punto de iniciar un ensayo de fase II, utilizando la técnica del vector viral, aunque no se conocen detalles sobre los resultados de la fase I.
Imaginen que cualquiera de estos pioneros, o cualquiera de los otros 75 candidatos, pasa con éxito la fase III. Si logran hacerlo, pasan a la fase de aprobación. Es entonces cuando una institución como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en Estados Unidos, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) en Europa, o la Administración Nacional de Productos Médicos (NMPA) en China, dan su "bendición" a la vacuna. A veces esta fase puede durar medio año, pero en este caso, podemos asumir que se tratará con la máxima rapidez, y entonces se puede hacer en unas pocas semanas.
Luego se pasa a la fabricación, distribución y administración. Esos son los aspectos económicos y logísticos. La duración de esta fase depende de la categoría que se atraviese. Aquí, los que van en cabeza pueden perder tiempo, y los rezagados pueden ganar tiempo: las vacunas que utilizan virus vivos y atenuados, así como las que utilizan virus muertos, han sido producidas y administradas a gran escala anteriormente, mientras que las otras no lo han hecho, al menos no a la misma escala y velocidad.
En el caso de las vacunas de primera generación, las grandes empresas farmacéuticas tienen la capacidad de aumentar rápidamente su producción. Pero si se trata de una compañía más pequeña, tal vez lleve más tiempo. Podemos estar hablando de unos pocos o muchos meses. Un buen ejemplo es el virus de la gripe que se fabrica todos los años en un par de meses.

Distribución de los ganadores

Peter Vanham (derecha) con su madre, Ann Kellens, y su padre Guido Vanham. Cedida por Peter Vanham
Al final, las vacunas contra el SARS-CoV2 no estarán disponibles hasta dentro de 12-18 meses y eso es si hemos tenido mucha suerte. 
Tomemos el ejemplo del virus H1N1 o el virus de la "gripe porcina" en 2009. Es el único ejemplo en la historia reciente en el que logramos hacer una nueva vacuna en seis meses (porque el candidato ganador fue identificado muy rápidamente, y las fases I, II y III no fueron necesarias), e incluso entonces, la vacuna llegó demasiado tarde para afectar a la segunda ola de infecciones. Para terminar con una nota de optimismo, sin embargo, cuanto más leo sobre este virus, más pienso también que podemos encontrar una vacuna en un plazo bastante rápido porque hay suficientes vacunas que han funcionado para virus similares.
Mientras tanto, debemos esperar el desarrollo de un fármaco eficiente, y hasta entonces, manejar muy bien la propagación existente, con diversos grados de confinamiento, diangnóstico y rastreo, y medidas de distanciamiento social. Un medicamento que podría ayudarnos mucho, ya que parece prometedor, es el Remdesivir. Ha funcionado para el SARS y el MERS, y fármacos similares se están usando contra la hepatitis y el VIH. Detiene la multiplicación del virus. Por lo tanto, hay una buena posibilidad de que éste, o una variante, funcione contra el coronavirus. Si se puede dar esto en las primeras etapas de la infección, funcionará muy bien. Podría ser que este fármaco esté en el mercado para el otoño.
Hasta entonces, será mejor que nos preparemos para un verano como ningún otro. Puede que no nos volvamos a ver hasta dentro de un par de meses, y cuando lo hagamos, tendrá que ser más como la búsqueda de huevos de Pascua, que sentarse juntos en una mesa, cerca uno del otro. Pero, por ver el lado bueno, estamos aprendiendo a usar Zoom, WhatsApp y HouseParty, así que podemos reunirnos todos de todas formas.
- Papá, Guido Vanham
Guido Vanham es profesor de virología en la Universidad de Amberes y ex jefe de virología del Instituto de Medicina Tropical de Amberes (Bélgica). Su hijo, Peter Vanham, es Jefe del Consejo Internacional de Medios de Comunicación del Foro Económico Mundial, y miembro de su Grupo de Trabajo sobre COVID.
Este artículo forma parte de la Plataforma de Acción de COVID para los Medios de Comunicación, una coalición de más de 20 medios de comunicación de todo el mundo. La Plataforma tiene como objetivo crear un contenido significativo y constructivo sobre la pandemia de COVID, y la sindica a través de sus medios de comunicación asociados.
Este artículo fue publicado originalmente en Business Insider el 18 de abril de 2020.