Ashley Graham es una belleza de 28 años con un cuerpo de curvas pronunciadas. A diferencia de otras modelos como la muy famosa Emily Ratajkowski, de silueta casi escuálida, es una de esas mujeres de tallas más reales. Fue considerada por la revista Forbes como una de las personas menores de 30 años con más influencia del mundo, gracias a su desparpajo y a su estilo. No ha sido suficiente para que las firmas la quieran vestir."Por desgracia nos encontramos con otras marcas que se negaron a dejarnos prendas", explica la periodista. Es una triste realidad que muchas firmas desprecian cualquier talla superior a la 36. En la portada de Vogue, la bella Graham aparezca como "la modelo con actitud", y no se remarca su peso /talla como argumento para "vender" la "osadía".
Un informe sobre revistas y publicaciones de moda revela que de las 677 primeras páginas computadas para el trabajo, de entre 48 publicaciones internacionales, solo 6 retrataron a mujeres chicas con tallas XL. Si bien el fenómeno curvy (anglicismo que se populariza como eufemismo del 'tallas grandes') avanza por la demanda que el mercado impone, al final siempre venden por mayoría las dictaduras de otros colosos que manejan capital en el sector que rodea a la moda: la propia industria textil, el fitness, la cosmética (cremas y dietas adelgazantes) y de fondo, por supuesto, una parte de la muy poderosa industria farmacéutica. Fuente: MSN