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| Gilberto Mateo |
Por; Gilberto Mateo.
Aunque este medio de comunicación tiene incidencia en la geografía mundial fruto de la modernidad y tecnología que en las ultimas décadas estrenamos en el mundo y que significa avances para la generalidad de la población, quisiera referirme en este caso para un segmento de la ciudadanía y es para los ciudadanos que hacemos vida diaria en la histórica ciudad de San Juan, ubicada en la zona Sur de la República Dominicana, con unas condiciones envidiables.
Queridos amigos y amigas que nos hacen el favor de leer nuestras humildes letras que plasmamos en este periódico digital, letras que plasmamos con los dedos conectados al corazón y con las mejores intensiones de un ciudadano que le preocupan muchas cosas que están surgiendo en nuestro entorno, y de verdad esas cosas están surgiendo y les estamos dando larga y que pudieran ser irremediables si no se toman las precauciones pertinentes en ese sentido.
En mi caso que pertenezco a uno de los sectores de mayores polémicas y debates, un sector que cada día su presencia debe estar en la palestra, me refiero al sector de la comunicación, es de vital importancia para el debate de las ideas, para informar sobre los acontecimientos, para hacer presencia y dar la cara en la sociedad, una sociedad que demanda cada día de una interacción responsable de parte de los medios de comunicación.
Para nadie es un secreto que sectores diversos en los últimos años han visto como puente para hacer valer sus planteamientos a los medios de comunicación, pretendiendo incluso, trazar las pautas y poner temas en los medios de comunicación de nuestro país y ya esto salpica las humildes provincias de nuestros pueblos. San Juan no escapa de esta situación.
Dentro de esos sectores el más influyente es el sector político, los políticos son aquellos que pretenden causar una derrota entre los que hacemos esta labor, siiii, tienen interés en causar ellos los temas que se deben tocar cuando hay tantos temas importantes que nosotros los profesionales de la comunicación debemos abordar con altura, profesionalidad y suficiente argumento.
En mi caso, no estoy animado a seguirle el jueguito a esos que cada día se enriquecen y le sacan provecho jugosos a las arcas del estado, contribuyendo a que continúe esa gran desigualdad entre superpodersos y los hijos de Machepa, desamparados de todas las ganancias del estado dominicano.
He podido confirmar, que mientras los infelices comunicadores se mantienen atajando, otros están enlazando y alzándose con las fundas llenas de fortunas. Esas cosas no deben continuar sucediendo.
Creo que ya es hora de que dejemos de lado el culto a esos falsos santos que se mantienen encumbrados en sus altares y no van a bajar de ellos porque la plataforma es muy fuerte y cada día se fortalecen.
De manera humilde me atrevo a llamar la atención de los que utilizamos los medios de comunicación para que tratemos temas de mayor importancia que aquellos en donde resultan beneficiados los mal llamados santos políticos encumbrados en la bondad de la fortuna y los privilegios en nuestra ciudad. Yo propongo que por lo menos lo analicemos ahora que estamos adentrados en la temporada navideña.
Invito a que desarrollemos nuestro papel de educadores, formadores de valores, orientadores y fieles colaboradores de la mejor causa que es fortalecer nuestra sociedad para que esto se registre en la democracia.
Este es un humilde planteamiento, lo hago porque creo que se esta haciendo muy tarde para que reaccionemos, mientras la clase se continua dividiendo en dos, los superpoderosos y los que no cuentan con nada más que el sol para iluminarse.
Gracias por leerme, hasta pronto
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