SANTO DOMINGO, 15ENE13.- Junior Minaya (Gilbert) cayó
abatido la tarde de hoy en manos de la Policía Nacional en un supuesto
intercambio de disparos. Aunque la uniformada informó que el hecho se
produjo en el kilómetro 22 de la autopista Duarte, fue en Hato Nuevo de
Manoguayabo donde se encontraron indicios de balacera y muerte.Sin embargo, una hora después sale publicado en la cuenta de la Policía Nacional (@PoliciaRD): "señalado como miembro de la banda que dirigía "Gilbert", quien fue abatido la tarde de hoy en Ciudad Satélite, Hato Nuevo, Manoguayabo, SDO".
Según narra el vocero policial, dos miembros de la banda de Gilbert resultaron heridos, identificados como Moisés Acosta y Wester de la Rosa Soler, a quienes les fueron ocupadas armas de fuego y un carro Toyota Camry 2010, robado mediante un atraco.
Mientras, en la residencia donde se habría producido realmente el enfrentamiento no se avistaron perforaciones en las paredes o cualquier otro artículo que simulara un intercambio de disparos.
Otro hecho que resalta es que la calle donde está ubicada
la residencia es poco transitada pr el mal estado en que está, sin
embargo, este martes habían huellas de varios vehículos frente a la casa
implicada.
Más aún, algunos testigos oculares dijeron que los uniformados con
cascos y equipos especiales treparon al techo, acordonaron la residencia
y sorprendieron a tiros a los que estaban dentro de ella.
En la operación, supuestamente, un hombre resultó muerto mientras dos más y una mujer se entregaron a las autoridades que se marcharon de la zona.
En la operación, supuestamente, un hombre resultó muerto mientras dos más y una mujer se entregaron a las autoridades que se marcharon de la zona.
En la residencia número 1 de la calle Principal, en Hato Nuevo, se
encontraron más de diez balas, rastros de sangre en el techo y una
camisa ensangrentada en el patio acompañada de una cápsula sin disparar.
Pero además, en la supuesta escena del crimen fue obvio el uso inusual de agua, lo que una persona de identidad reservada confesó que los uniformados, después de la balacera, suprimieron los rastros de sangre que había, aunque no con el éxito esperado.
Según los vecinos, la casa, con aparente abandono y sin electricidad, pertenecía a una familia que hace unos años partió a San Cristóbal; hace unos meses notaron que tres hombres y una mujer frecuentaban la residencia pero no indagaron al respecto.
La casa tiene tres habitaciones, dos baños, sala, cocina y patio. No había ningún electrodomésticos o mueble, sólo una estufa de mesa y un tanque de gas propano de 100 libras. En la cocina se encontraron dos platos de comida intactos y mucha ropa regada.
Pero además, en la supuesta escena del crimen fue obvio el uso inusual de agua, lo que una persona de identidad reservada confesó que los uniformados, después de la balacera, suprimieron los rastros de sangre que había, aunque no con el éxito esperado.
Según los vecinos, la casa, con aparente abandono y sin electricidad, pertenecía a una familia que hace unos años partió a San Cristóbal; hace unos meses notaron que tres hombres y una mujer frecuentaban la residencia pero no indagaron al respecto.
La casa tiene tres habitaciones, dos baños, sala, cocina y patio. No había ningún electrodomésticos o mueble, sólo una estufa de mesa y un tanque de gas propano de 100 libras. En la cocina se encontraron dos platos de comida intactos y mucha ropa regada.
En la habitación que da al patio de la residencia había
dos colchones paralelos, dos abanicos y una cajetilla de fósforos. En la
marquesina se encontró la defensa delantera de un vehículo blanco.
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